Han llegado a España con fuerza y para quedarse, pero no los ingresos que generan por su actividad. El fisco únicamente solo ingresa en España por actividades de promoción y marketing que cargan a sus matrices. Todo el dinero que ingresan va a parar a Holanda, Irlanda y Francia, países con una regulación fiscal mas acordes a lo que ellos quieren tributar.No aportan datos por territorios dado que, según la legislación, al no ser compañías cotizadas, no están obligadas a mostrar sus ganancias. Así, en sus últimas cuentas disponibles pagaron entre las tres 112.335 euros a la Hacienda española por sus resultados y ganaron tan solo 173.101 euros.
Airbnb: cuentas en Irlanda
Cuando se habla de la plataforma con mayor beneficio en alquileres turísticos es inevitable pensar en Airbnb, un portal que en el año 2015 usaron 5 millones de usuarios para buscar alojamiento y que aportó, únicamente en Barcelona, un impacto económico de 750 millones de euros. Aun así, no es oro todo lo que reluce, especialmente hablando de impuestos.
En sus cuentas de 2015 registró unos ingresos de 2.621.196 euros, casi 140.000 euros menos que en 2014, a pesar de que el turismo en España no ha parado de crecer. Además, esto supone la primera vez que la filial en España reduce sus ingresos desde que se constituyó la sociedad.
Bajo inspección en España
Resulta imposible conocer qué ingresos obtuvo la filial en España ya que la legislación no le obliga a desvelar sus cifras de actividad por países
La compañía declaró unos beneficios netos de 107.924 euros en su último ejercicio ingresando a Hacienda 81.285 euros por el resultado bruto del año. Esta cifra llama la atención al suponer casi un 43% de gravamen en el Impuesto de Sociedades, aunque resulta todavía más complicado de entender el 65% que pagó en 2014 en tributos por su resultado bruto. Además, en la memoria presentada correspondiente a 2015 la multinacional asegura tener bajo inspección sus últimos cuatro ejercicios fiscales en la peninsula.
Empleados en España
De entre los gastos que declaró la sociedad, 1,2 millones de euros correspondieron a personal. La empresa tuvo en nómina, de media, a 13,32 trabajadores algo poco creible, lo que equivale a que el coste medio por empleado para Airbnb ascendió a más de 91.000 euros anuales.